Hilvanando historias: mujeres y política en el pasado reciente latinoamericano

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En los últimos años, los enfoques basados en la historia de las mujeres y la perspectiva de género han renovado los estudios de la intensa historia argentina y latinoamericana de los años setenta. En este derrotero, en el que se inscribe un número creciente de investigadoras/es, diversos tópicos tratados con más asiduidad, como los variados ámbitos de la militancia o la construcción de la memoria, han sido abordados con desafiantes preguntas. En tanto, noveles problemáticas, como las referidas a las relaciones familiares o a las formas de expresión de las sexualidades y sus confrontaciones con los poderes, han ganado jerarquía en la agenda historiográfica. Ello ha permitido iluminar nuevos aspectos de la historia recientemente pasada y, además, ha contribuido a modificar las premisas de las categorías del análisis histórico para este período.

Los encuentros de los años 2004, 2006 y 2010 en torno a las Jornadas de Reflexión: Historia, Género y Política en los 70 han sido un ámbito favorable para indexar reflexiones transformadoras en esa dirección. En las tres reuniones, que contaron con la estimulante participación de investigador@s de diversos países de América Latina y de Estados Unidos, tuvieron lugar intercambios y debates que nos animaron a profundizar un camino analítico que coloca el estudio del pasado reciente argentino en diálogo con otras experiencias de la región y que permite explorar, en clave de género, los recorridos comunes, las problemáticas compartidas y las tensiones y conflictos de esas experiencias de movilización política en los años sesenta y setenta. Este libro expresa el resultado de esos diálogos.

Los nueve artículos que lo componen ofrecen a l@s lector@s piezas diversas del devenir de las mujeres latinoamericanas durante tal período. Se trata de piezas que están disponibles para ser hilvanadas entre sí y comenzar a componer un paisaje más completo y complejo de esa historia. Las relaciones entre las izquierdas revolucionarias y los feminismos; la conformación de redes entre mujeres; la violencia estatal y las resistencias de las mujeres a ella; la memoria histórica anclada en la política y en el género; el activismo feminista y sus relaciones con las políticas públicas nacionales y supranacionales; y la tensión entre inclusión y exclusión de las mujeres de distintos ámbitos constituyen la urdimbre sobre la cual las autoras han articulado sus relatos logrando de este modo una sólida trama que, sabemos, permitirá próximamente elaborar nuevos tejidos en la historia latinoamericana.

Inaugura la compilación el artículo “Género y memoria histórica. La reivindicación de la agencia” de la historiadora norteamericana Temma Kaplan. En él, la autora plantea la necesidad de incorporar las dimensiones política y de género en los estudios dedicados a las memorias de las experiencias represivas latinoamericanas. Se trata de una tarea impostergable, sostiene Kaplan, si se pretenden trabajos de memoria histórica con un mayor poder explicativo. Dispuesta, entonces, a intervenir sobre las deficiencias observadas en ese terreno, la investigadora abordará las memorias de cuatro militantes revolucionarias del Cono Sur, dos chilenas y dos argentinas.

Transitando el camino de la militancia, continúa el texto “Lo personal y lo político. Mujeres y militancia estudiantil de la nueva izquierda en Córdoba, 1967-1976” de Melina Alzogaray y Ana Laura Noguera. Las autoras analizan ciertos aspectos de la militancia universitaria de las jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba. Atentas a las particularidades de ese caso provincial, ponen en evidencia las tensiones existentes entre las directrices teóricas y políticas de las agrupaciones de estudiantes filiadas a lo que se denominó la nueva izquierda y las prácticas concretas y cotidianas de sus militantes mujeres.

El trabajo de Vanessa Carvajal, “Ellas son fuerza. Las mujeres mexicanas con familiares detenidos-desaparecidos”, avanza sobre una particular experiencia de militancia femenina en México que encuentra puntos de contacto con la realizada por las Madres de Plaza de Mayo. Se trata del Grupo Eureka, una asociación de mujeres de Jalisco que se unieron a partir de la desaparición de sus hijos y/o esposos durante los años setenta y principios de los ochenta. La académica brasilera Maria Lygia Quartim de Moraes en “De la lucha armada al feminismo: memoria de los años setenta en Brasil” retoma la cuestión de los estudios de memoria para reflexionar sobre el devenir feminista de muchas de las militantes de la izquierda revolucionaria brasilera durante los años sesenta y setenta.

El feminismo es también preocupación de varios de los artículos que completan la compilación. Así, Catalina Trebisacce, en su artículo “Modernización y experiencia feminista de los años setenta en Argentina”, aborda el estudio de la experiencia feminista argentina enfocando su mirada particularmente en los diversos impactos que las nociones de progreso, liberación cultural y sexual contenidas en el proceso de modernización tuvieron en las principales organizaciones de este colectivo político. Por su parte, Ana Maria Veiga, en “Circulación, redes y feminismos. Una historia en tiempos de dictaduras, Argentina y Brasil”, estudia la constitución de redes entre feministas argentinas y brasileras durante la vigencia de los órdenes autoritarios más severos que ambos países sudamericanos sufrieron en las postrimerías del siglo XX.

En “La I Conferencia Mundial de la Mujer: México, 1975. Una aproximación histórica a las relaciones entre los organismos internacionales, los Estados latinoamericanos y los movimientos de mujeres y feminista”, Karin Grammático propone una mirada desde la historia en torno al actual debate sobre a la autonomía de los colectivos feministas y de mujeres, y sus vínculos con los gobiernos y las entidades supranacionales. A partir de la investigación de la primera reunión dedicada a la problemática de la mujer que organizó las Naciones Unidas, explora las conductas políticas de los protagonistas involucrados en dicha discusión.

Por otro lado, Andrea Brazuna Manes investiga, en su artículo “Cómo ser mujer (oriental) y no morir en el intento, Uruguay, 1975: entre el Año Internacional de la Mujer y el „Año de la Orientalidad‟”, los efectos del discurso en materia de género que la dictadura uruguaya expandió sobre la población en general y las mujeres en particular a partir de dos potentes iniciativas tomadas durante el gobierno cívico militar de Bordaberry: la declaración del año 1975 como el Año de la Orientalidad y las acciones desplegadas por este a propósito del Año Internacional de la Mujer, establecido por las Naciones Unidas.

Cierra esta compilación el trabajo de Yayo Aznar “La memoria lúcida”. Aquí, la académica española reflexiona sobre varias cuestiones imprescindibles a la hora de abordar la obra de las artistas latinoamericanas: estar dispuestas/os a transitar por un terreno en donde los límites no son los habituales y en los que el cuerpo y la voz, la memoria y el recuerdo se entretejen construyendo otros modos de tránsito por la historia y el presente, otras formas de lucidez.