Haciendo Ciencias en la Escuela Primaria

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Imaginen que nos asomamos por la ventana de una clase de ciencias
naturales en la escuela primaria y vemos a chicos y chicas entusiasmadísimos
mezclando sustancias de colores, manipulando materiales exóticos, calentando, enfriando, filtrando, purificando.
Una sensación de felicidad nos recorre: ¡Al fin, chicos y chicas haciendo ciencia en la escuela! Pero, de repente, una duda nos viene a la mente, ¿estaban haciendo ciencia o simplemente jugando con materiales? Elegimos entonces algunos chicos y chicas al azar y conversamos con ellos a la salida. Les preguntamos un poco más acerca de qué hicieron y por qué. Y nuestra recién conseguida sensación de felicidad desaparece en un santiamén: los alumnos
tienen una noción bastante vaga de qué estaban haciendo, por qué lo hacían y qué aprendieron en el camino. ¿Qué sucedió?

Imaginen que nos asomamos por la ventana de una clase de ciencias
naturales en la escuela primaria y vemos a chicos y chicas entusiasmadísimos
mezclando sustancias de colores, manipulando materiales exóticos, calentando, enfriando, filtrando, purificando.
Una sensación de felicidad nos recorre: ¡Al fin, chicos y chicas haciendo ciencia en la escuela! Pero, de repente, una duda nos viene a la mente, ¿estaban haciendo ciencia o simplemente jugando con materiales? Elegimos entonces algunos chicos y chicas al azar y conversamos con ellos a la salida. Les preguntamos un poco más acerca de qué hicieron y por qué. Y nuestra recién conseguida sensación de felicidad desaparece en un santiamén: los alumnos
tienen una noción bastante vaga de qué estaban haciendo, por qué lo hacían y qué aprendieron en el camino. ¿Qué sucedió?