Una iniciativa original y sumamente positiva: un profesor personalizó el saludo para cada alumnoVigente

7 febrero 2017
Guardar

Compartimos la iniciativa de Barry White, un maestro de escuela de los Estados Unidos, que personalizó el saludo con el que recibe y despide a sus alumnos de 3°, 4° y 5° grado todos los días. Destacamos el profundo valor simbólico de esta práctica, sobre todo en el contexto cultural en el que este docente desarrolla su tarea: el reconocimiento del otro que esto significa y el esfuerzo de individualizarlo positivamente entre todos los demás lleva implícito un mensaje sumamente sanador y recupera la dimensión artesanal de la actividad educativa, que cumple mejor su fin cuando se enfoca en cada uno de los alumnos, tanto como sea posible y en las actividades más diversas que los caracterizan y expresan.

Aquí, para acceder al video de la iniciativa.

A continuación, el artículo completo:

Barry White se convirtió en el maestro del momento. A cargo de la materia Inglés (como si fuese Lengua en nuestras escuelas) del colegio Ashley Park PreK-8, de Charlotte, Estados Unidos, encontró una forma muy original para ganarse el cariño y el respeto de sus alumnos. No tiene que ver con sus conocimientos -que seguros los tiene-, sino con una técnica que hace que cada chico se sienta especial, se sienta importante. ¿Cuál es? Tiene un saludo de manos exclusivo para cada uno, que se elaboraron en base a la personalidad y que lo realizan cada día antes de ingresar al aula.

«Los chicos saben que cuando llegan a la puerta del aula tenemos que hacer nuestros ‘buenos días’ y que después debemos repetirlos antes de irnos», dijo el profesor White, que da clases a alumnos de 3°, 4° y 5° grado, en una entrevista con la ABC News. Y agregó: «Siempre estoy muy mentalizado en cada uno. Cuando empiezo a hacer los movimientos, me genera mucha emoción. Eso hace que tengamos una clase con mucha energía».

Cada niño tiene su saludo especial, que está inspirado en la personalidad y en la relación que tienen con el profesor. Hoy es una moda y hasta chicos de otros cursos lo buscan en el recreo para tener su momento. Pero, claro, todo comenzó de casualidad: «Empecé el año pasado con un simple apretón de manos con una estudiante de 4º grado», recordó White. «Después, ella me esperaba todas las mañanas antes de ir a clases para que lo repitiéramos. Era capaz de llegar tarde a su clase si no tenía su apretón de manos». Eso se extendió a más de 30 alumnos.

Pero, ¿no es difícil recordar tantos saludos? «No, gracias a la memoria muscular de ese momento», aseguró. «Es que los hacemos muchas veces. A los niños les encanta hacerlo, entonces vienen y los repetimos. Sólo sé que hay ciertos movimientos que van con ciertos niños», aclaró White. Además, contó que el grado de dificultad de los saludos aumenta a medida que los chicos son más grandes.

*»Un profesor personalizó más de 30 saludos con sus alumnos: por qué lo hace y cómo los memoriza», La Nación, jueves 2 de febrero de 2017