Cuentos de Picaros

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La palabra "pícaro" remite a una persona simpática y propensa a gastar bromas. Es un personaje que goza de mucha fama en los países americanos. Esta tradición viene de Europa, pero en nuestro continente adquirió perfiles propios y, más aún, nombres particulares. Las historias de pícaros han recorrido la vasta geografía del continente y han echado raíz en cada región porque, de alguna manera, encarnan el triunfo de la sabiduría popular. El pícaro se aprovecha de las debilidades humanas, pero a veces se manifiesta como una suerte de justiciero; otras veces aparece encarnado en animales (Juan el Zorro, Tío Coyote, Tío Conejo, etc.). Sus diferentes nombres hacen mención a su condición de tramposo (Pedro Urdemales o Pedro Malasartes, y otras variantes). Son historias sencillas y divertidas, no exentas de cierta malicia, que aún hoy recorren los caminos de nuestra América.

La palabra "pícaro" remite a una persona simpática y propensa a gastar bromas. Es un personaje que goza de mucha fama en los países americanos. Esta tradición viene de Europa, pero en nuestro continente adquirió perfiles propios y, más aún, nombres particulares. Las historias de pícaros han recorrido la vasta geografía del continente y han echado raíz en cada región porque, de alguna manera, encarnan el triunfo de la sabiduría popular. El pícaro se aprovecha de las debilidades humanas, pero a veces se manifiesta como una suerte de justiciero; otras veces aparece encarnado en animales (Juan el Zorro, Tío Coyote, Tío Conejo, etc.). Sus diferentes nombres hacen mención a su condición de tramposo (Pedro Urdemales o Pedro Malasartes, y otras variantes). Son historias sencillas y divertidas, no exentas de cierta malicia, que aún hoy recorren los caminos de nuestra América.