Tertulia americana en diciembreFinalizado

3 diciembre 2008
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Organiza: Biblioteca Nacional de Maestros.
Fecha: viernes 5 de diciembre de 2008.
Lugar: Pizzurno 935, Ciudad de Buenos Aires.
Disertante: Lic. Norma Alloatti.
Actividad gratuita.

En esta oportunidad la profesora y licenciada en Historia Norma Alloatti realizará un recorrido por los primeros libros de lectura escritos por mujeres en la Argentina, entre 1850 y 1910.
Primeros libros de lectura escritos por mujeres. Argentina 1850-1910.
Es conocido que la modernización de los textos escolares escolta a la estructuración del sistema escolar argentino. Por entonces, los libros de lectura adquieren una presencia fundamental en el ámbito de la instrucción primaria, ya que acompañan al proceso de alfabetización de niñas y niños en su formación escolar y ciudadana.
Es poco destacado, en cambio, que los libros de lectura de autoría femenina están presentes desde un primer momento dentro del contexto escolar. Así, el libro Julia o La Educación de Rosa Guerra o el  Compendio de la Historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata de Juana Manso, publicados en Buenos Aires en 1863 y en 1881, respectivamente, pueden reconocerse como ejemplos claros de esta cuestión.
Hasta 1850 los textos de lectura que circularon en Argentina provenían, en su mayoría, de la literatura general. Años después y a pesar de que la preocupación por los libros de lectura es prioritaria, la situación se resuelve de manera variada y con los escasos recursos provenientes, por un lado,  de las obras propuestas por Marcos Sastre, y por otro, con  la importación de libros impresos en español desde Estados Unidos, según las sugerencias de Sarmiento.
Las obras escritas por mujeres que circulan desde antes de la sanción de la Ley 1420 son: El Rudimentista, de Caprile, Guía de la Mujer de la española (Pilar Pascual de) San Juan y la Historia Argentina de Juana Manso.
En 1883, cuando el estado central se ocupa de los libros de lectura mediante la Comisión de Textos y Libros se ven claramente las dificultades para conseguir textos adecuados para la instrucción pública primaria. Entonces, el Consejo Nacional de Educación sanciona en 1887 el Reglamento sobre textos escolares, destinado a marcar las pautas esenciales para que las comisiones reunidas al efecto aprueben o desaprueben los libros de lectura que autoras y autores o editores presentan a su consideración, consolidando así el rol supervisor del Estado, en esta materia.
Aunque más escasos que los libros de autoría masculina, la inclusión de obras escritas por mujeres llega junto al impulso de las “producciones nacionales” en materia de libros de lectura que se acentúa hacia 1890, y que se identifica por la aparición de nuevas obras escritas por autoras y autores argentinos, tales como el libro El Nene de Andrés Ferreira.
A las obras ya en circulación se agregan: Frascuelo propuesto por Igón, escrito por G. Bruno, seudónimo de la francesa Augustine Tuillerie, Guía de la Mujer y Prontuario del ama de casa, ambas de Pilar de San Juan.
La publicación de El buen lector: lectura graduada de Julia Stariolo de Curto se hace hacia 1890 y es el primer libro de autoría femenina declarado admisible por el CNE, bajo la nueva normativa. Se trata de una serie preparada para el aprendizaje de la lectura y su continuación en los grados posteriores, formada por los libros 1º, 2º y 3º.
Más adelante, durante la década 1890-1900 se suman algunas obras escritas por mujeres de origen norteamericano y francés, que son traducidas al castellano siguiendo el esquema original y con algunas adaptaciones lingüísticas. Los libros que se introducen en la escuela argentina son: Susanita: historia de una familia feliz de María Robert Halt, Libro primero de lectura de Ellen M. Cyr y Libro primero de lectura de Sarah Louise Arnold y Charles B. Gilbert. Estos textos eran editados en el extranjero y algunos de ellos no sólo se distribuían en Argentina, sino en otros países de habla hispana.
Nuevas obras de autoría femenina, de la mano de escritoras o directoras y maestras de escuelas primarias o normales, llegan a la escuela con el advenimiento del siglo XX y año a año se incorporan al corpus de  la literatura escolar, aunque esos libros no alcanzan la misma difusión que los firmados por varones.
 
Norma Alloatti
Profesora y Licenciada en Historia (Egresada de la Universidad Nacional de Rosario) En la actualidad cursa el Doctorado en Historia en dicha Universidad, con el proyecto titulado.  Los libros de lectura escritos por mujeres en Argentina entre 1880 y 1940.

Más información
www.me.gov.ar/bnm/