Orientaciones para la educación en modo pandemia. Entrevista a Rebeca Anijovich . Boletín de novedades educativas N° 109

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En este boletín entrevistamos a Rebeca Anijovich, Especialista y Magíster en Formación de Formadores (UBA), Docente de posgrado en  UdeSA y FLACSO, quien brindó una serie de orientaciones pedagógicas y didácticas para la educación en el contexto de pandemia. A su vez analizó aspectos de este proceso y los vínculos entre docentes, alumnos y el aprendizaje.
Rebeca ha escrito como como coautora los siguientes libros: “Una introducción a la enseñanza para la diversidad. El trabajo en aulas heterogéneas” (Fondo de Cultura Económica, 2004), “Estrategias de enseñanza” (Aique, 2009), “Transitar la formación pedagógica” (Paidós, 2009), “La evaluación significativa” (Paidós, 2010), “Evaluar para aprender” (Aique, 2011), “Gestionar una escuela con aulas heterogéneas” (Paidós, 2014), “Las prácticas como eje de la formación docente” (Eudeba, 2014), “La evaluación como oportunidad” (Paidós, 2017)“Práctica Reflexiva: Escenarios y horizontes” (Aique, 2017) y «El sentido de la escuela secundaria» (Paidós 2020).

Podcast con la entrevista completa:

Un extracto de la entrevista:

-FL:- La situación de la pandemia generó un abrupto pasaje de enseñar en las aulas cara a cara a tener que hacerlo a través de las tecnologías digitales.  Esto puso en visibilidad una serie de cuestiones en cuanto a la educación. ¿Cuáles te parece que son esas cuestiones?  -RA:- Creo que puso en evidencia algunas cosas que ya se veían antes de la pandemia. Por ejemplo, las brechas que no son solo tecnológicas. Las brechas sociales, las brechas de modos de acompañamiento y de contextos socio económicos diferentes. Es decir, hay una línea de brechas que existía y quedaron más evidentes en la pandemia pero que no son nuevas, que no aparecieron con esta situación. Hay otras líneas de cuestiones más pedagógicas, algunas de las cuales también estaban antes de la pandemia y ahora se hicieron más evidentes, más transparentes, y en algunos casos se profundizaron. Por ejemplo, la pregunta de cuál es el sentido de seguir enseñando determinados contenidos. Esa es una pregunta que hace rato nos la venimos haciendo, pero que no cobró la dimensión que tiene en la pandemia. El tema de la evaluación formativa, tampoco es un tema nuevo. Sin embargo cuando se define como política, que no va a calificar, se abre un campo de desarrollo de la evaluación formativa que no es nuevo, pero que sí lo es en el sentido de que se legitima su puesta en práctica.También puso de manifiesto la poca  experiencia de los estudiantes en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de sus habilidades meta cognitivas. Esto del aprender a aprender. Siempre está en los diseños curriculares en los proyectos institucionales, pero nunca hay tiempo. Y en estos momentos vemos cuan necesario es tener un estudiante autónomo. Porque está solo en su casa. Si bien tiene compañía, está solo en su casa tratando de aprender. También puso de manifiesto la necesidad de ofrecer propuestas desafiantes a los estudiantes en términos de enseñanza. De no enseñar contenidos sueltos ni ofrecer tareas que no tienen sentido.  Entonces pensar no solo en el recorte de contenidos, sino también en el tipo de propuestas. Tal como se había empezado antes de la pandemia, a trabajar con proyectos, con casos, con problemas que hoy cobran muchísimo más sentido porque además a los estudiantes los tenemos lejos, no están con nosotros en las escuelas.

En estas condiciones es más difícil la tarea de aprendizaje.

Me parece que la pandemia también puso de manifiesto que no se puede seguir sosteniendo una educación homogénea, con las mismas propuestas de enseñanza para todos los estudiantes. Creo que podemos sumar mucha más diversidad de trayectorias. Cómo cada estudiante está hoy aprendiendo, qué es lo que está aprendiendo en su casa. Obviamente también la dificultad mayor son los estudiantes que no están conectados porque no tienen conectividad, ni dispositivos, o no les resulta fácil aprender solos en su casa, y entonces la gran preocupación es cómo incluir a todos los alumnos y las alumnas en el sistema educativo.  Esto seguramente la pandemia lo está mostrando con datos y demás, pero seguramente lo vamos a ver con más crudeza el día que volvamos a alguna modalidad presencial, semipresencial, o como volvamos, sabiendo quienes van a volver y quienes no, o cómo hacer para lograr que todos vuelvan. Así que esos son para mí algunos de los desafíos de esta pandemia.

-FL:- ¿Qué orientaciones podés brindar para mapear la situación de aprendizaje de los alumnos, tanto para los docentes como para los directivos?

 -RA:- Tomo algo de lo que planteaba recién. Favorecer desafíos interesantes para los estudiantes, en lo posible articulando áreas y disciplinas, en lugar de plantear, por ejemplo pensando en la escuela secundaria, que cada docente siga enseñando solo lo de su área disciplinar. Pensar preguntas, problemas potentes que engloben a distintas áreas. Que el alumno esté trabajando sobre algún problema, alguna situación y sobre algún enigma muy vinculado a sus intereses, además de los propósitos de la enseñanza, como así también al contexto y la situación en la que está inserto. Entonces tendríamos más posibilidades de que el estudiante efectivamente quiera aprender y pueda de alguna manera ir respondiendo a estos propósitos de la enseñanza.

También sugeriría pensar con mucha claridad cómo desarrollar propuestas donde no trabajen solos, desarrollar todo tipo de propuestas que incluyan el aprendizaje entre pares y el trabajo colaborativo. Esto siempre fue importante, pero creo que en estos momentos lo es muchísimo más por el aislamiento en el que se encuentra cada uno de los estudiantes.  También es necesario retomar la idea de que los estudiantes tengan opciones, es decir que no estén obligados a trabajar todos ni de la misma manera, ni con los mismos contenidos. Hay que hacer un esfuerzo muy importante en el desarrollo de capacidades, y no solo en contenidos en términos de conceptos o de temas, sino en el desarrollo de distintas capacidades de los estudiantes y así lograr un mayor involucramiento. Pensar que en vez de que reciban tareas y respondan activamente a ellas, cómo podemos colocar a los estudiantes en el lugar de protagonistas, donde se apropien de sus procesos de aprendizaje, y obviamente también de sus procesos de evaluación. Que las evaluaciones tengan más que ver con el acompañamiento al estudiante en este recorrido que está haciendo, con ayudarlo a tomar conciencia de cómo está aprendiendo en términos de desarrollo de sus habilidades meta cognitivas. Que pueda aprender a reconocerse como estudiante con sus fortalezas y debilidades. Para todo eso, me parece que se requiere un trabajo en equipo, construyendo consenso entre el cuerpo de docentes, para poder abordar todos estos cambios y maneras de encarar la educación no solo en estos momentos que estamos transitando, sino también empezando a vislumbrar a qué tipo de escuela queremos volver, y no solamente a cuál vamos a volver. Es necesario poder esbozar escenarios, acercarnos a estas propuestas de cómo nos imaginamos que podría ser. Más allá de las indicaciones sanitarias o de políticas públicas, es necesario pensar cómo uno como docente quiere intervenir en esa escuela. Aprovechando que tenemos esta crisis tan importante, pensemos qué cosas nos gustaría volver a encontrar en la escuela que dejamos, qué cosas querríamos mantener de lo que aprendimos durante la pandemia y qué estaría bueno llevarlo a esta nueva escuela. Como también pensar qué prácticas no querríamos sostener ni mantener cuando volvamos a una nueva escuela. Me parece que esos son trabajos de equipos, de los equipos directivos con sus equipos docentes. Por un lado sosteniendo el momento actual y lo que todavía nos resta de transitar en cuarentena, pero también abriendo la posibilidad a los docentes a ser protagonistas de a qué escuela queremos volver.

Video de la conferencia dada por Rebeca Anijovich “La diversidad suma” en las 27° Jornadas Internacionales de Educación, Lectura y Educación, una relación que se renueva, el 28 de Abril 2018 en la Feria del Libro 2018.

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