La escuela ante la transmisión del pasado reciente argentino: sentidos comunes, dilemas de la representación y los desafíos del presente.

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Este trabajo presenta una caracterización y análisis de las memorias de los jóvenes acerca de la última dictadura y rastrea el papel de la escuela en su conformación. Desde una perspectiva etnográfica se analizan observaciones de clases, actos escolares, entrevistas con docentes y alumnos del último año de secundaria, pertenecientes a dos escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. El autor encuentra que la mayor parte de los jóvenes acude a la escuela con un saber que ha interiorizado de manera asistemática y dispersa en diferentes ámbitos de socialización. Este saber que puede definirse como un sentido común, establece una certeza con respecto a un momento del pasado en el que las fuerzas de seguridad estatales persiguieron a la población civil. Las entrevistas con los jóvenes muestran que los significados asociados a este sentido común, constituyen una “decantación simplificada” del patrón discursivo que emplearon los organismos defensores de los derechos humanos para lograr la condena social hacia la dictadura e impulsar la continuidad de las luchas por la justicia, luego de las leyes impunidad y los indultos. En términos pedagógicos, este sentido común le impone límites al uso creativo del pasado ya que lo ubica dentro del universo de lo evidente, de aquello que no es objeto de preguntas y cuestionamientos.

Este trabajo presenta una caracterización y análisis de las memorias de los jóvenes acerca de la última dictadura y rastrea el papel de la escuela en su conformación. Desde una perspectiva etnográfica se analizan observaciones de clases, actos escolares, entrevistas con docentes y alumnos del último año de secundaria, pertenecientes a dos escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. El autor encuentra que la mayor parte de los jóvenes acude a la escuela con un saber que ha interiorizado de manera asistemática y dispersa en diferentes ámbitos de socialización. Este saber que puede definirse como un sentido común, establece una certeza con respecto a un momento del pasado en el que las fuerzas de seguridad estatales persiguieron a la población civil. Las entrevistas con los jóvenes muestran que los significados asociados a este sentido común, constituyen una “decantación simplificada” del patrón discursivo que emplearon los organismos defensores de los derechos humanos para lograr la condena social hacia la dictadura e impulsar la continuidad de las luchas por la justicia, luego de las leyes impunidad y los indultos. En términos pedagógicos, este sentido común le impone límites al uso creativo del pasado ya que lo ubica dentro del universo de lo evidente, de aquello que no es objeto de preguntas y cuestionamientos.