Ángel Pérez Gómez. Educar en la crisis y generar cambios. Boletín de novedades educativas N° 117

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En este boletín entrevistamos a Ángel Pérez Gómez (España), licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Salamanca, licenciado en Psicología, doctor en Pedagogía por la Universidad Complutense de Madrid, catedrático de la Universidad de Málaga en la Facultad de Educación y autor del libro Nuevas pedagogías para tiempos de perplejidad (2017)

El objetivo de la entrevista fue el de buscar referencias y reflexiones respecto a la situación de educar en un contexto de crisis e incertidumbre y las posibilidades que esta situación habilita para generar cambios en la educación.

Entrevista completa en el podcast:

Un extracto de la entrevista:

_Ángel Pérez Gómez:- Ojalá seamos capaces de aprender de esta experiencia y ojalá que esta crisis profunda y trágica, que hemos vivido y seguiremos viviendo por mucho tiempo, porque seguimos en ello, nos enseñe y seamos capaces de aprender cómo afrontar  los retos que estaban pendientes y que ya son inaplazables. Y estos son retos radicales. Necesitamos aprender a vivir en un mundo cada vez más complejo, incierto, cambiante y vulnerable. Necesitamos aprender a vivir con y en colaboración con los demás, ya que los problemas son demasiado graves, importantes y abrumadores como para enfrentarlos de manera individual. No funciona  el individualismo extremo en el que hemos vivido durante los últimos años. El sálvese quien pueda, etc, no funciona.  La pandemia nos afecta a todos y hay que aprender a modificar sustancialmente el modelo político, social, económico, ecológico y pedagógico-educativo.

Tenemos que aprender a vivir con los demás en cooperación, y con el mundo y la naturaleza de manera ecológicamente sostenible. Porque si no lo que ha aparecido ahora puede volver a aparecer dentro de 5, 6, o 7 años de la misma manera, otra vez. Porque si no tratamos bien a la naturaleza, y nos concientizamos de que somos parte integrada de ella, y de que no hay que destruirla, sino respetarla padeceremos nuevamente su revancha en la imagen de estas pandemias.

También necesitamos una economía para la vida y no una economía para el beneficio del capital. Y habrá que ver la manera de producir, distribuir y consumir que favorezca una vida sostenible y un bienestar de todos y para todos.

Desde el punto de vista educativo, me parece que se requieren transformaciones radicales en el currículum, la forma de enseñar y aprender, la institución escolar, el rol del profesorado y la manera de evaluar. Todas transformaciones radicales en una misma orientación. Ayudar a los aprendices a que construyan recursos de comprensión y de actuación de alto nivel. Es decir, pensamiento práctico, crítico y creativo. A lo mejor, no nos valen muchas de las cosas que estamos haciendo, que es transmitir información que no provoca desarrollo del pensamiento. Solo nos sirve aquella información que somos capaces de convertir en conocimiento, y el conocimiento en pensamiento o sabiduría. Claro que para eso se requiere de una institución y un dispositivo escolar que sea distinto y nuevo.

Con respecto al currículum, tres ideas fundamentales. La primera, es que es necesario afrontar un currículum que plantee los problemas fundamentales que vive el niño y la niña en el ámbito social contemporáneo. Segundo, debemos organizar el currículum no en torno a disciplinas jerarquizadas, como hasta ahora, sino en torno a problemas, casos, situaciones y proyectos. Porque son éstos los que vinculan al aprendiz capturando su interés, para poder descubrir que está pasando. Tercero, menos es más. Mucha menos extensión en el currículum que trabajamos en la escuela, y mucha más calidad y profundidad. Tenemos un currículum de kilómetros de extensión y milímetros de profundidad. Queremos que el niño lo vea todo, en todas las disciplinas y a lo largo de toda la historia. Y así no funciona. Porque así, el niño solo es capaz de aprender datos para reproducir de memoria. Menos es más. Primero las vivencias, y después las formalizaciones. Y por último, un currículum en torno a problemas relevantes. Ya sean políticos, sociales, ecológicos, familiares, personales, socioemocionales, etc.

Con respecto a la forma de enseñar y aprender también es necesario un cambio radical. Poner en marcha una pedagogía que no sea la transmisión del docente y la recepción del alumno. Sino que provoque que todo aprendiz se sumerja en un proceso de indagación, de experimentación y de práctica. Por lo tanto, se necesita una pedagogía activa, reflexiva, contemplativa y creativa. Eso no se consigue aprendiendo de memora información y reproduciéndola en un examen. Sino, introduciéndonos en los problemas cotidianos de la vida. Intentando indagar, descubrir, experimentar, razonar, proponer alternativas, crear y recrear. Esa forma de enseñar y aprender, requiere de la alianza de los aprendices. Que ellos se ilusionen con las tareas que hacen, descubriendo el asombro, la magia. El absoluto poder descubridor que hay en la naturaleza, en la vida, en todo. Pero para eso se requiere un espacio de confianza, de cariño, de ternura, y de sentirse que en la escuela, y en cualquier entorno educativo, se puede explorar con los demás compañeros y colaborar para descubrir los misterios de la vida en física, química, biología, psicología, sociología, arte, música, teatro, en todo. También es necesario concebir que el error no es un objeto de sanción, sino que es una ocasión de aprendizaje. Eso requiere entendernos, crear un clima de confianza,  intercambio y colaboración mutua. De alianza entre los aprendices. Eso requiere que también seamos capaces de provocar el desarrollo autónomo de cada aprendiz. Es decir, que cada aprendiz debe tener la libertad para ir eligiendo qué quiere aprender,  cuándo lo quiere aprender, cómo lo quiere aprender, por qué y para qué lo quiere aprender. Es decir, que debemos ayudar a los aprendices a que vayan construyendo su propio, singular y autónomo proyecto de vida. Como personas, miembros de una sociedad y como profesionales, para que elijan qué tipo de profesionales quieren ser y cómo lo van a desarrollar a fondo, con todo su interés, con la ilusión de ser los mejores profesionales.

 

 

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